martes, 20 de septiembre de 2016

Últimas Críticas Cinematográficas de Estrenos en la Revista Digital.

Estimados amigos/as y lectores/as:


Tras un tiempo de relax y descanso, se actualiza el blog con los últimos estrenos seleccionados, como siempre, en la revista digital cinematográfica "Los cines de robersan". Aquí vienen agrupados mis últimos artículos sobre estrenos cinematográficos para que podáis leerlos, Además de éstos, otras críticas interesantes, como el último filme documental sobre "The Beatles". 
Bienvenidos todos de nuevo...Comenzamos curso...














Dir: Fede Álvarez

Int: Jane Levy, Dylan Minnette, Stephen Lang, Daniel Zovatto, Sergej Onopko, Jane May Graves, Jon Donahue, Katia Bokor, Christian Zagia, Emma Bercovici, Brak Little, Michael Haase. 


Quien roba a un ciego, no tiene perdón.    

Tras los cortometrajes El cojonudo y Ataque de pánico (2009), que impactó en Internet y convirtió a Fededico Álvarez en un director-promesa que llamó la atención de Hollywood y atrajo el interés de Sam Raimi, director especializado en cine de terror, éste le permitió realizar en 2013 un remake de su mítico Posesión infernal (Evil Dead, 1980), donde Álvarez ya contó con la expresiva Jane Levy como protagonista. 

Levy repite pues como protagonista femenina y única mujer de un reparto casi netamente masculino en este desasosegante "No respires" plagado de homenajes al cine de terror de finales de los setenta y ochenta, década prodigiosa de las películas tipo “slasher” de jovencitos que iban cayendo, uno tras otro, en las garras de su oponente maligno, creando una suma de víctimas que también creó un nuevo término para referirse a este tipo de filmes: “body count”. Dentro de estas referencias y/o homenajes, que comienzan en el cartel que ya nos recuerda a la Noche de miedo (1985), de Tom Holland, pasando por filmes míticos como La noche de Halloween (1978), de John Carpenter, Viernes 13 (1980), de Sean S. Cunningham, o El sótano del miedo , de Wes Craven, filme de 1991 que guarda ciertas similitudes con el que nos ocupa. En un lugar de honor está  La matanza de Texas (1974), de Tobe Hooper, filme de culto dentro del género en el que la protagonista femenina se enfrentará con el más terrible habitante de la casa (Leatherface) en un sangriento duelo por la supervivencia. Todos estos filmes hicieron famosos a sus directores convirtiéndoles en estrellas, y han sido objeto de remakes en los últimos años con mayor o menor fortuna. 

No respires, además de mamar de todo este bagaje hemoglobínico, es un filme de presupuesto contenido, rodado casi enteramente en interiores, dando protagonismo a la casa como lugar maléfico y terrible. Eso la entronca también con filmes como el propio Posesión infernal de Raimi (productor aquí y, desde luego, elemento de influjo indudable) y el también mítico Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979), amén de toda una tradición de películas de casas encantadas o malditas, escenario donde se desarrollan íntegramente las historias.

La ominosa partitura del español Roque Baños, laureado compositor a nivel mundial  que ha trabajado habitualmente con directores españoles de la talla de Amenábar o Alex De la Iglesia, contribuye a aumentar la atmósfera siniestra y opresiva del filme, al igual que la acertada fotografía del también español Pedro Luque. Todo un orgullo que este equipo esté triunfando en Hollywood como lo está haciendo. 

Con un guión del propio Fede Álvarez y Rodo Sayagues, No respires funciona de principio a fin gracias a todos estos elementos, una dirección inteligente y un reparto efectivo que resulta muy real al no estar participado por estrellas reconocibles, lo que suma un éxito más y hace su historia más efectiva. No respires golpea al espectador con dureza, sin concesiones, combinando bien los resortes del terror con  una trama de "caper movieque la emparenta también con el thriller, aunque sea de un modo secundario. Dentro del reparto destacan la joven Jane Levy (que ya fue protagonista del remake de Posesión infernal que este mismo director realizó en 2013) y, especialmente, de un más que inquietante Stephen Lang que da vida a un ex-marine retirado y ciego por causa de la metralla de una granada. Actor de teatro reconocido y con una larga trayectoria en cine y televisión (AvatarLey y OrdenEnemigos públicos), Lang compone un personaje oscuro con una maestría insuperable. Muy recomendable ver la película en V.O., si es posible, para disfrutar de su gran trabajo. 

Así que, si son fans del género de terror, o del thriller, o de ambos; no se pierdan este No respires. Sin duda, haciendo honor a su título (que coincide plenamente con el original en inglés, otro motivo más de satisfacción), les dejará sin respiración en más de una ocasión. Eso sí, niños y espectadores impresionables o poco curtidos, abstenerse. Pero, ay amigos...amantes del miedo y del horror, dispónganse a gozar y no se la pierdan. Porque, como dice el viejo dicho: “Quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”. Pero, quien roba a un ciego...no. 
Ese no lo va a obtener nunca.

Gonzalo J. Gonzalvo


Secuestro (2016)***

Dir: Mar Targarona
Int: Blanca Portillo, Antonio Dechent, José Coronado, Andrés Herrera, Macarena Gómez, Marc Domenech, Vicente Romero, Nausicaa Bonnín, Josep Maria Pou, Ramón Fontseré


Las decisiones y sus consecuencias

El maestro Woody Allen en su excelente filme Match Point exploró con absoluta maestría las consecuencias  de los actos y las decisiones morales. Ésta sería la temática central de la historia que se nos cuenta en Secuestro, una cinta que se mueve entre los géneros del suspense y el terror, jugando bien con los elementos y los resortes de ambos  géneros,  componiendo un thriller con una atmósfera e interpretaciones que no tienen nada que envidiar a algunos filmes norteamericanos que nos llegan y que alcanzan buenas cifras de taquilla.   

Secuestro es una historia protagonizada por Patricia, una abogada desalmada interpretada por una excelente Blanca Portillo, cuyo hijo desaparece para reaparecer, de repente, tras haber sufrido un presunto intento de secuestro. La abogada hará todo lo posible por alejar al presunto culpable acosador de su pequeño, recurriendo a mecanismos que pondrán en marcha una sucesión imparable de hechos de consecuencias imprevisibles. 
Un equipo de excelentes actores encabezado, como digo, por Blanca Portillo, y rodeada de actores de la talla de José María Pou, José Coronado (en un breve pero intenso papel), Antonio Dechent , o una estupenda Macarena Gómez, dan lustre a un filme en el que también asistimos al descubrimiento del niño Marc Domenech, estupendo en su primer papel en el cine. 

Su directora, Mar Targarona, se inició en el largometraje en 1995 con Muere mi vida, una comedia muy negra en la que el tema de la venganza ya dominaba en la historia. Tras trabajar para televisión en diversas series, (una de ellas Ojo por ojo) donde incidía también en esa cuestión como tema central, nos llega ahora 6 años después este Secuestro, un filme qué contiene diversos homenajes cinéfilos que sin duda los aficionados al género reconocerán (como a un estupendo thriller de Urbizu) y, como digo, con una atmósfera negra impulsada y recreada por una estupenda fotografía de Sergi Bartoli y un efectivo guión de Oriol Paulo. Este joven guionista y también director (que tiene previsto estrenar el año que viene el filme A contratiempo), guionista de Los ojos de Julia (filme dirigido en 2010 por Guillem Morales que atrajo el interés del mexicano Guillermo del Toro como productor), ha dirigido también con acierto el thriller español El cuerpo (2012), demostrando en ambos trabajos que conoce los recursos y los resortes tanto del suspense como del terror. 

Secuestro, trata además en su trasfondo social otros temas como son: el bullying, la corrupción y el afán desmedido de dinero en el ejercicio profesional en una sociedad acogida al "vale todo" que cada vez se aproxima más a la norteamericana tanto social como económicamente. 

Por sacarle algún pero, Secuestro tiene quizá demasiados giros para retorcer la historia (así como algún pequeño fallo que podría haber sido subsanado y que no afecta demasiado a su cómputo global), aunque es con esas nuevas vueltas de tuerca de guión cuando logra sorprender al espectador, al que mantiene en tensión en todo momento a la espera de ir encajando las piezas del rompecabezas. Las buenas interpretaciones y la empatía del  público, especialmente con el niño, logra que el filme vaya fluyendo sin problemas. Con este Secuestro,  Mar Targarona, tras años de ausencia en la gran pantalla, se ha puesto de nuevo de forma valiente ante la cámara para construir un thriller muy digno y con una factura visual impecable, manejando bien los resortes del género.  

Un thriller español que, si fuese norteamericano y estuviese protagonizado por grandes estrellas, seguramente estaría bien alto en la taquilla (ha recaudado 300.000 euros en 263 cines el fin de semana de su estreno, y ha costado la friolera de algo más de 3.000.000 €. Filmes norteamericanos bastante malos consiguen primeros puestos en recaudación sin despeinarse. Pero valorar lo nuestro, parece que nunca está bien visto, a la luz del aluvión de criticas negativas que ha recibido. En mi caso no va a ser así y creo que merece la valoración global de 3 estrellas sobre 5 .

Gonzalo J. Gonzalvo


Money Monster (2016)**

Dir:Jodie Foster
Int: George Clooney, Julia Roberts, Jack O'Connell, Caitriona Balfe, Dominic West, Giancarlo Esposito, Dennis Boutsikaris, Darri Ingolfsson, Christopher Denham, Anthony DeSando, Jennifer Dong, Ivan Martin, Cliff Moylan, Vernon Campbell, Joseph Oliveira, Chris Bauer

La trampa del dinero

Money Monster, cuya traducción literal sería: "el monstruo del dinero", es un thriller que se mueve en el terreno de la denuncia social hacia el idolatrado "American way of life", es decir, el modo y estilo de vida americano donde lo único que importa es el éxito social y monetario a cualquier precio. Con este ideal de vida son muchos los norteamericanos, (y también inmigrantes que creyeron en ese "American dream") los que se quedan en el camino pagando un alto precio socioeconómico e incluso dejándose su propia vida en ello. 

Jodie Foster, aquella inolvidable niña-prostituta de Taxi Driver (papel que interpretó con apenas 13 años), creció y se hizo una gran actriz y, posteriormente también irregular directora (siendo éste su cuarto largometraje tras el extraño El castor, de 2011), eligiendo en más de una ocasión encarnar el papel de mujer "acosada" por el sistema que, como en el caso de La extraña que hay en ti (Neil Jordan, 2007) pasa a convertirse en una justiciera urbana al más puro estilo Charles Bronson. 

Money Monster es un filme de denuncia que, en casi todo el metraje, es soportado por los hombros de su carismático protagonista, un George Clooney que da vida a un showman presentador todoterreno de un programa sobre la bolsa y las inversiones mobiliarias en fondos, acciones y demás productos derivados. 

Grandes estafas económicas como la orquestada por Bernard Madoff o la terrible de Lehman Brothers que produjo en cascada un crack financiero sin precedentes en los Estados Unidos, planean con su alargada sombra como telón de fondo en toda la película. El inversor-estafado como elemento débil de la cadena financiera, es el otro protagonista del filme encarnado en este caso por un joven de nombre Kyle Budwell (interpretado por el actor Jack O'Connell) que, colándose en el plató, da rienda suelta a toda su ira y frustración tomando como rehén a la estrella presentadora del programa (Clooney) y haciéndole responsable de su desgracia financiera al haber seguido al pie de la letra sus consejos."¡Esto es un espectáculo chaval!"  le responderá él– "¡Yo no soy un experto financiero. La bolsa es un casino donde la gente hace sus apuestas y nunca se sabe que va a ocurrir a ciencia cierta...!".  

Y, en efecto es así, el dinero es un monstruo insaciable deseado por todos. Una herramienta social, un lenguaje propio y un vehículo capaz de llevarte a lo más alto o de estrellar al más pintado. Cierto que el personaje interpretado por Clooney (actor  y también director con una filmografía bastante irregular a pesar de haber trabajado a las órdenes de grandes directores como Terrence Malik o los hermanos Coen) intenta justificarse acogiéndose a esta verdad y escudándose en que la televisión es un puro y simple espectáculo de masas. Los verdaderos culpables, los que mueven los hilos de las inversiones y son los causantes de las estafas que arruinan a miles de pequeños inversores, desgraciadamente suelen irse de rositas o, como mucho, cumplen unos pocos años de encierro a la espera de recuperar sus millones en los  paraísos fiscales dónde los tienen esperando a buen recaudo. La víctima es, por tanto, doblemente víctima en este caso, pues además de resultar arruinada económicamente, ve como el sistema castiga sin piedad su "osadía" de saltarse la ley para intentar apenas arañar sin éxito la piel del monstruo.

A pesar de estar bien construido, Money Monster resulta un filme bastante previsible y con un argumento ya tratado con mayor fortuna en otras películas que nos han hablado de las grandes estafas económicas. 

Mantiene la tensión aunque, repito, míster Clooney logra que este intento algo light de denuncia del sistema resulte un espectáculo "non stop" de principio a fin. Así es el show bussines amigos. Que no pare la música. La audiencia ordena y manda. Todo vale y todo es, al final, un puro espectáculo.

Gonzalo J. Gonzalvo.

Jason Bourne (2016)***

Dir: Paul Greengrass

Int: Matt Damon, Alicia Vikander, Julia Stiles, Tommy Lee Jones, Vincent Cassel, Ato Essandoh, Riz Ahmed, Scott Shepherd, Bill Camp, Vinzenz Kiefer, Stephen Kunken, Ben Stylianou, Kaya Yuzuki, Matthew O'Neill, Lizzie Phillips, Paris Stangl.


Bourne más vivo que nunca

Jason Bourne (2016) recupera a Matt Damon, a Julia Stiles y al director original de gran parte de la trilogía original (segunda y tercera entrega) para elevarnos la adrenalina con acción y buen tempo narrativo. 

Pero hagamos primero un poco de historia: La saga del agente Bourne nace en el año 2002 de la mano del director Doug Liman con el título inicial de The Bourne Identity (El caso Bourne en España). Con un buen guión de Tony Gilroy basado en la estupenda novela negra de Robert Ludlum, el filme inicial nos presentaba a un hombre amnésico, con increíbles habilidades para la lucha cuerpo a cuerpo, que era capaz de afrontar y salir airoso de cualquier situación difícil mientras intentaba encontrar su identidad perdida. Dos años después llegará a las pantallas El mito de Bourne (2004, Paul Greengrass), cinta dirigida ya por este mismo autor del Jason Bourne de 2016 que suponía una muy buena continuación y que culminaría en el año 2007 cerrando con gran éxito una excelente trilogía con el título final: El ultimátum de Bourne. La segunda incorporaba a la actriz alemana Franka Potente y contaba con el aliciente de una de las mejores escenas  de persecución en coche de la década. La tercera, por otra parte, contaba de nuevo con Tony Gilroy como principal guionista y elevaba a los altares de los Óscar a su director obteniendo tres estatuillas de entre sus seis nominaciones: mejor montaje, sonido y efectos sonoros. En 2012, tuvo lugar una cuarta entrega con El legado de Bourne, en la que Gilroy se pas también a la dirección y contó con el protagonismo de Jeremy Renner en un papel de Bourne que no consiguió poner a esa cuarta entrega a la altura de Matt Damon ni de la trilogía anterior pergeñada por Greengrass. 


Con este Jason Bourne actualizado, Paul Greengrass y Matt Damon (que encarna al super espía con una madurez que le aporta un caché añadido en cuanto a la historia y calidad evolutiva del personaje) se meten al público en el bolsillo  y vuelven a formar un equipo ganador al que se suman como elementos de apoyo la siempre efectiva Alicia Vikander (inquietante en Ex Machina y excepcional en La chica danesa), el actor francés Vincent Cassel ejerciendo de  oscuro y malvado contrincante de Bourne, y el siempre sólido Tommy Lee Jones en un papel igualmente siniestro ejerciendo como alto ejecutivo de la CIA en un mundo global igualmente oscuro, inestable y más peligroso que nunca debido a las amenazas terroristas. 

Con Jason Bourne se abre la puerta a una, quizá, nueva trilogía, en la que Damon y Greengrass podrán seguir haciendo gala del perfecto manejo del personaje y de su peligroso mundo salido de la pluma del novelista Robert Ludlum. Por todo ello, no cabe duda de que el letal agente Jason Bourne sigue más vivo que nunca. 

Esperemos que podamos seguir disfrutando de sus trepidantes aventuras en nuevas y apasionantes entregas en el futuro.

Gonzalo J. Gonzalvo


Café Society (2016)***




Dir: Woody Allen
Int: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively, Parker Posey, Corey Stoll, Jeannie Berlin, Ken Stott, Anna Camp, Gregg Binkley, Paul Schneider, Sari Lennick, Stephen Kunken

Los Ángeles, años 30. En la meca del cine, el joven recién llegado Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg), sobrino de Phil Stern (Steve Carell), un poderoso agente y productor de Hollywood, se enamora de Vonnie (Kristen Stewart), la guapa secretaria de su tío Phil.

Woody Allen a sus 81 años sigue fiel a la cita que todos los años tiene con los que aman el cine y rara vez los decepciona. Ver su película anual se ha convertido en un ritual cinéfilo al que no se puede faltar.

Aunque su capacidad para generar obras maestras quizá haya decaído algo, siempre hay aspectos que comentar, miradas enriquecedoras de este ilustre Allan Stewart Konigsberg, nacido un 1 de diciembre de 1935 en El Bronx neoyorquino que, por cierto, vuelve a tener un protagonismo inesperado en esta película que parecía iba a ambientarse fundamentalmente en la soleada california. La historia de su protagonista (Bobby Dorfman), nacido y criado en las calles del Bronx de Nueva York, a las que regresará, un tanto hastiado de Hollywood, nos devolverán la mirada de una ciudad cientos de veces retratada. Allen ha contado en la fotografía con uno de los maestros de la iluminación cinematográfica, el italiano Vittorio Storaro (que ya está en la historia del cine por sus trabajos para Coppola o Bertolucci). Parte de la magia que sabe transmitir Storaro como nadie, inunda una historiaespecialmente lúcida sobre el amor, el romanticismo y la vida; sin olvidar su irónico homenaje al Hollywood dorado de los años treinta y a sus estrellas, rodeadas de una manada de agentes, representantes, productores y chicos de los recados...Toda una estructura, toda una urdimbre que en muy pocos casos acapara el protagonismo. Allen, le da la vuelta a la piel de Hollywood y da paso al de los ambientes de los cafés de la época en los que se trataban de tú a tú: actores, músicos, productores, representantes, políticos y mafiosos.

Si la fotografía es maravillosamente envolvente y cálida (todo parece un sueño), no lo es menos la música. Las bellas letras y melodías de Richard Rodgers & Lorenz Hart, son interpretadas y arregladas por Vince Giordano, un saxofonista de Brooklyn, que lidera el grupo también neoyorquino The Nighthawks, al que casi siempre acompaña. En Café Society no podían faltar bellas recreaciones de las actuaciones en los locales y clubes de Nueva York y de Los Angeles.

Si no fuera porque quizás en la temática Allen resulta algo repetitivo, y porque de refilón puede aproximarse al universo de una "fotonovela", esta película estaría rozando la perfección.
Aunque seguramente es un guiño de actualización necesario (y de intento de captar a otros públicos), nada extraño en el Allen de los últimos años, llama la atención que los protagonistas sean Jesse Eisenberg (muy conocido sobre todo por películas como La red social, de 2010, o Batman v. Superman, de 2016) y Kristen Stewart, la Bella Swan de Crepúsculo (la serie cinematográfica con vampiros, hombres lobo y Bella, iniciada en 2008), en efecto una joven y bella actriz (nacida en Los Angeles en 1990) que, por otro lado, está intentando dignificar su curriculum con intervenciones muy acertadas en otro cine menos rentable desde el punto de vista económico como Viaje a Sils Maria (2014), de Olivier Assayas, junto a la no menos bella y brillante Juliette Binoche. Los dos llaman la atención, pero para bien. Quizá Eisenberg peque de imitar demasiado los "tics" del Woody actor (un error, ya que en ese apartado nunca ha brillado), pero la Stewart está francamente convincente en su doble faz de mujer enamorada, pero también oportunista y que está dispuesta a venderse al mejor postor...

Si admiran a Woody Allen y disfrutan en la celebración anual del visionado de su cine (qué dure muchos años más), no deberían dejar de verla, y a ser posible en V. O. S. E. y en pantalla grande...